jueves, 18 de abril de 2013

Nota antes de nuestro estreno en CLARÍN






TEATRO
De los números a escena
Como directora, mañana estrena en el Cervantes “Miembro del jurado”, obra de Roberto Perinelli. Y cuenta cómo llegó al teatro.
18.04.2013 | Por Juan José Santillán
Miembro del jurado, que debuta mañana en el Cervantes, es la tercera obra de Roberto Perinelli que dirige Corina Fiorillo. Formada como pianista en el Conservatorio Nacional y con un pasado universitario ligado al estudio de la física, Fiorillo dio un vuelco en su vida cuando asistió a los cursos de actuación y dirección dictados por Carlos Ianni en el CELCIT. “Vengo de una familia de artistas y el que no hacía arte en mi casa estaba mal visto -rememora Fiorillo-. Pero en mi caso se me dio por la ciencia, casi como un acto de rebeldía. Sin embargo, hice el conservatorio y empecé con el teatro lúdicamente. Me encantó verme en la situación de dirigir, lo probé en las muestras que hice en el CELCIT, y es algo que no cambio por nada.” La directora asume que mantiene una intensa relación con las matemáticas en cada una de sus puestas “porque para mí son un arte y me sirven como una herramienta, por ejemplo, en la compresión de un texto. También el pensamiento matemático me ayuda, en un período de ensayos, a no ser ansiosa con los resultados, ya que me sostienen en la espera de una verdad.” A priori, Miembro del jurado dialogaría de modo inmejorable con esta base racional de Fiorillo, ya que el texto de Perinelli se presenta como un policial. Desde lo narrativo nos sitúa en el devenir de un ex convicto, encerrado por violación, quien trata de rehacer su actividad delictiva y se encuentra con un hombre que será el enlace hacia un próximo “trabajo”. En la espera por instrucciones, comienzan los festejos de carnaval y el ex preso contrata a una mujer que detonará una secuencia de sucesos inesperados. Los intérpretes de este trío de personajes son Ernesto Claudio, Silvina Bosco y Roberto Vallejos. “La obra fue escrita en 1979 y le pregunté al autor qué lo llevó a escribir ese texto y me contó que fue el nacimiento de Verónica, su única hija. Perinelli de ese modo reflejó el hecho de convertirse en padre durante el Proceso.” Cuenta la directora que reincide desde la dirección en los textos de Perinelli “porque construye universos pequeños, cercanos al público: el espectador puede ser cualquiera de sus personajes. Me atrae lo no grandilocuente de sus textos y el humor, aspectos que siempre me llevan a un desarrollo musical en mis puestas. En ese sentido,Miembro del jurado es una obra que, además, abre interrogantes sobre hacia dónde nos conduce la falta de justicia. Un tema vigente en la Argentina actual”.

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